Durante todos esos a–os de sufrimiento, sinti— en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma.el, que todo lo hab’a perdido, que padeci— hambre, fr’o y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo, la vida es digna de ser vivida y que la libertad interior y la dignidad humana son indestructibles. En su condici—n de psiquiatra y prisionero, Frankl reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de trascender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas.