ÇAhora la literatura, especialmente la poes’a, surge de una colaboraci—n estrecha entre el escritor y sus lectores: juntos, crean la obra. Se conectan contigo, te siguen, te responden, pero si lo que dices no es lo que ellos desean o’r, te cortan la lengua con un unfollow, te abandonan. Te los tienes que ganar cada d’a, sorprenderlos, convencerlos, remecerlos, acariciarlos. Como una barca habitada por ellos, debes avanzar en el oscuro mar del inconsciente para arribar a la ConcienciaÈ.