Cuando tenemos el ego herido nos ponemos una m‡scara, representamos una funci—n, pero a veces ocupamos un disfraz durante tanto tiempo que nos olvidamos: Àd—nde termina la actuaci—n y d—nde comienza mi verdadero yo?, ÀquiŽn soy en realidad? La respuesta est‡ oculta bajo la m‡scara.