Mal de escuela aborda la cuestión de la escuela y la educación desde un punto de vista insólito, el de los malos alumnos. Pennac, un pésimo estudiante en su época, estudia esta figura del folclore popular otorgándole la nobleza que se merece y restituyéndole la carga de angustia y dolor que inevitablemente lo acompana. Desde su propia experiencia como «zoquete» y como profesor, el autor reflexiona acerca de la pedagogía y las disfunciones de la institución escolar, sobre el sentimiento de exclusión del alumno y el amor a la ensenanza del profesor.