En todos los pa’ses industrializados,tanto en Europa como en AmŽrica, las expectativas de vida han aumentado considerablemente. Se ve m‡s, pero no siempre mejor. Hay todav’a demasiadas carencias y enfermedades que impiden a las personas de edad vivir como j—venes, es decir con un cuerpo sano y una mente clara y abierta que les permita seguir activas a participar en la vida social.