El hombre lobo. Lucha clandestina; delacion y sobrevivencia es un homenaje a los muertos y a los sobrevivientes de una generacion que creyo tocar el cielo de la revolucion con sus manos. Una generacion que creyo que la causa del pueblo era una causa justa; y que toda causa justa conduce; de forma inexorable; a la victoria. Y; de repente; de subito; todo termino en la oscuridad de la capucha; que marcaba el inicio del terror; los bramidos de dolor; el tormento sobre el cuerpo.
Esta no es una historia de heroes y traidores; sino de sobrevivientes que cargan con la pesada piedra de seguir vivos. Con la culpa de estar vivos y vivas; de querer reirse; de querer volver a ser felices; ver un atardecer; abrazar a sus hijos e hijas; darles un beso; cocinarles; lo que se mezcla con los recuerdos traumaticos; que se grabaron en olores; lugares ahora reconocidos: los centros clandestinos de detencion que el Ejercito de Guatemala –en aquella guerra– empleo; las sedes operativas de los escuadrones de la muerte; esas unidades engarzadas de forma organica con la Direccion de Inteligencia del Ejercito.
Siguiendo la maxima de que los grandes procesos historicos solo pueden ser comprendidos desde pequeñas historias; esta obra esta hecha de eso; de pequeñas historias; luminosas; que alcanzaron a sobreponerse a la muerte; a la desesperanza; al panico. Son pequeñas historias enlazadas a traves de testimonios; los conceptos de la psicologia social; la biografia y el analisis historico.
La vida; que duda cabe; solo puede vivirse hacia delante. Pero; para caminar hacia delante es preciso saber de donde venimos; y este libro ilustra; de forma precisa; aquel pasado de la guerra; la lucha clandestina; y la convivencia con la muerte que se instalo en la vida cotidiana.
Frente a grandes interrogantes; como ¿quien de nosotros se atrevera a contar la historia de aquel tiempo que vivimos?; aqui esta la respuesta: esta obra; a la vez necesaria y potente.
Esta obra nos sirve hoy para aprender como; otros –que estuvieron antes– lucharon por un pais mejor. Que quiza esa persistencia es la peor de las noticias que los poderosos siguen teniendo: que hoy; como ayer; hay gente que no tiene miedo de salir a la calle y gritar lo que es justo. Que el sentido de lo justo sigue; tenazmente; actualizandose en las nuevas circunstancias.