En el arte impreso de Denise Phe-Funchal; las Buenas costumbres nos devuelven partes del paraiso tridestiladas con dosis justas de infierno a lo largo de casi mil 500 noches con sus madrugadas. Las palabras no se pierden ni te abandonan; pues alguien esta (des)dibujandotelas en el oido. Recuerdos insondables se asoman desde una caja de galletas sin marca. La ironia da paso al alambre espigado de Jane Austen. La mirada minuciosa de Louise May Alcott relampaguea; sin dejarse desfigurar por la tentacion balzaciana del inventario perpetuo. Las ruedas de Sir John Winston Lennon se vuelven una sola en la cual gira una niñez desechable; pero tambien ruedan flores que nacen sin permiso; semillas que crecen para volverse jardineros; el tono simetrico y los campos minados de Cheever; los angeles malevolos y la suprema inocencia de las hienas de Saki.