Para la gran mayor’a de los guatemaltecos resulta muy poco conocida la forma en que termin— la presidencia del Coronel Jacobo Arbenz, en junio de 1954. Suelen difundirse, por lo general, relatos breves y esquem‡ticos que defienden su gobierno y se concentran m‡s en exponer las posiciones ideol—gicas que exist’an y en denunciar a la CIA que en describir las intensas emociones que entonces se viv’an en el pa’s. El juicio pol’tico predomina sobre la serena evaluaci—n hist—rica y, aœn, sobre el mismo relato veraz de los hechos, de modo que se hace imposible entender cabalmente lo que ocurri— en aquellas semanas decisivas. La novela hist—rica que ha escrito Mario Castej—n tiene la virtud de abrir una ventana por la que podemos penetrar en aquellos lejanos acontecimientos, no como analistas pol’ticos o defensores de una causa u otra, sino como part’cipes de la tensa realidad que los guatemaltecos de entonces confrontaban d’a a d’a. En sus p‡ginas el lector podr‡ encontrar no s—lo una acuciosa reconstrucci—n de un pasado fascinante y poco conocido, sino tambiŽn el clima emocional de la hora, la vor‡gine de sucesos que a muchos compromet’an. Sus personajes son seres humanos concretos, que aman y luchan con idealismo, pero que tambiŽn sufren, se exponen y sienten el inevitable miedo ante la muerte. Aquel verano del 54 es, por eso, no s—lo una novela apasionante donde vivimos el romance y sentimos el coraje y el valor de sus personajes, sino tambiŽn un viaje hacia el pasado, hacia esa Guatemala que existi— y dej— su huella en las futuras generaciones. Por eso la recomendamos a los j—venes que descubrir‡n un mundo apenas mencionado por sus mayores, a todos los que quieran recordar, o simplemente, conocer mejor su pa’s.Para la gran mayor’a de los guatemaltecos resulta muy poco conocida la forma en que termin— la presidencia del Coronel Jacobo Arbenz, en junio de 1954. Suelen difundirse, por lo general, relatos breves y esquem‡ticos que defienden su gobierno y se concentran m‡s en exponer las posiciones ideol—gicas que exist’an y en denunciar a la CIA que en describir las intensas emociones que entonces se viv’an en el pa’s. El juicio pol’tico predomina sobre la serena evaluaci—n hist—rica y, aœn, sobre el mismo relato veraz de los hechos, de modo que se hace imposible entender cabalmente lo que ocurri— en aquellas semanas decisivas. La novela hist—rica que ha escrito Mario Castej—n tiene la virtud de abrir una ventana por la que podemos penetrar en aquellos lejanos acontecimientos, no como analistas pol’ticos o defensores de una causa u otra, sino como part’cipes de la tensa realidad que los guatemaltecos de entonces confrontaban d’a a d’a. En sus p‡ginas el lector podr‡ encontrar no s—lo una acuciosa reconstrucci—n de un pasado fascinante y poco conocido, sino tambiŽn el clima emocional de la hora, la vor‡gine de sucesos que a muchos compromet’an. Sus personajes son seres humanos concretos, que aman y luchan con idealismo, pero que tambiŽn sufren, se exponen y sienten el inevitable miedo...