partad vuestra mente del orgullo,porque el orgullo es hijo de la ignorancia. Sea lo que fuere lo que hag‡is, hacedlo de coraz—n. Vuestra voluntad debe ser como acero templado,si querŽis hallar el sendero.ÈTales son las ense–anzas del Maestro. Este libro, tan simple como profundo, ser‡ un compa–ero eterno para todos los lectores que se encuentren en el camino de busqueda de la Verdad.