En un rinc—n perdido del mar viv’a feliz un banco de pececillos. Eran todos rojos. Solo uno de ellos era tan negro como la concha de un mejill—n. Nadaba m‡s r‡pido que sus hermanos y hermanas. Se llamaba Nadar’n.
La historia de Nadar’n, como todos los libros de Leo Lionni, invita a pensar y aprender valiosas lecciones vitales. El valor de la diferencia y el respeto debido a quien -por cultura o aspecto f’sico- no comparte las caracter’sticas comunes, se refleja en las primeras p‡ginas de este cl‡sico de la literatura infantil de todos los tiempos. M‡s aun, la superaci—n de los miedos propios, la fuerza de voluntad para disfrutar de lo que nos rodea pese a las adversidades que se presenten y la solidaridad con nuestros semejantes, tambiŽn se plasman en este relato de gran calidad estŽtica, de frases cortas llenas de figuras ret—ricas sutiles y sugerentes. Y como emblema de la obra en su conjunto, un mensaje para los lectores: la uni—n hace la fuerza.