Inglaterra, 1539. Tras la muerte de Jane Seymour, el rey Enrique VIII vuelve a tomar esposa: su cuarta reina. Desde todos los confines del reino, las j—venes de familia noble anhelan ser llamadas a la Corte y eludir as’ un destino poco prometedor. Pero el rey se fija en Ana de ClŽveris, hija del duque de ClŽveris, a la que unicamente ha visto retratada en pinturas. Juana Bolena y Catalina Howard, dos mujeres ca’das en desgracia, sin fortuna que asegure sus dotes, se cuentan entre las elegidas para servir a la nueva reina.