El 12 de octubre de 1492 el almirante Crist—bal Col—n, al mando de tres nav’os y un pu–ado de aventureros, soldados y clŽrigos, descubr’a la realidad de un nuevo continente que recibir’a m‡s tarde el nombre de AmŽrica. Aquella tierra se convirti— de inmediato en el para’so prometido para miles de esforzados so–adores,avidos de aventura y fuerte emociones, como de riqueza y posici—n social. Hombres que, en todo caso, constituyeron una avanzadilla prodigiosa que abri— los caminos necesarios para el conocimiento y colonizaci—n de un Nuevo Mundo, lo que supuso un cambio trascendental para la historia de nuestra civilizaci—n.