Un descubrimiento fundamental en la comprensi—n de las irregularidades de la naturaleza.
En un pasado remoto la naturaleza se nos aparec’a como algo incomprensible, gobernado por el antojo de los dioses. Durante siglos los cient’ficos fueron rastreando regularidades en ella, hasta que creyeron haber descubierto unas leyes que prescrib’an el movimiento de cada part’cula del universo con exactitud y para siempre: el mundo era como un mecanismo de relojer’a. En el siglo XX esta visi—n comenz— a cuartearse, y la incertidumbre y el azar se introdujeron en ella. Los sistemas no siempre actuaban como estaba previsto y las nociones de predicci—n y experimento adquirieron aspectos intranquilizadores. El reloj se estaba desarmando, y la ley y el orden eran reemplazados, como dir’a Einstein, por Çun Dios que juega a los dadosÈ. El profesor Stewart parte de ah’ para llevarnos hacia una nueva concepci—n de la regularidad Ðla de la matem‡tica del caos- que da sentido a la complejidad de la vida real: desde las inexplicables volteretas de un satŽlite de Saturno a los latidos de nuestro coraz—n, desde la previsi—n meteorol—gica al crecimiento de las poblaciones de insectos. ÇSe trata Ðnos dice el autor- de un mundo nuevo, un nuevo tipo de matem‡tica, un descubrimiento fundamental en la comprensi—n de las irregularidades de la naturaleza.È Conceptos como el de ÇfractalÈ no s—lo sirven para entender c—mo se ha creado la cosmograf’a imaginaria de La guerra de las galaxias, sino que resultan hoy indispensables para Çcaptar la textura de la realidadÈ. Lo admirable es que Stewart acierta a explicarlo con sencillez, recurriendo al ejemplo o a la anŽcdota, sin utilizar formulaciones matem‡ticas ni recurrir a la jerga del especialista.este es un libro que resulta francamente entretenido, pero que nos enriquecer‡ adem‡s, con una visi—n enteramente renovada del mundo y de la ciencia.