No sŽ leer. Ni escribir. Bueno, un poco. La se–orita Asun, mis padres y mis hermanos dicen que ya aprenderŽ, pero nadie me lee nada, ni un cuento. Siempre dicen que no tienen tiempo. TambiŽn quiero un perro y no me dejan. Pero una amiga ha tenido una idea brillante: Ày si me hago paseadora de perros? Eso s’, como solo tengo seis a–os, tendr‡n que ser peque–os