ederico Garc’a Lorca dirigi— La Barraca, experiencia teatral decisiva para la escena espa–ola. Desde 1918, cuando public— su primer libro, hasta su muerte, no dej— nunca de componer versos y escribir teatro. Austral presenta en este volumen Bodas de sangre, ejemplo esencial de su obra dram‡tica en el que construye una tragedia cargada de lirismo y de elementos simb—licos a partir de un hecho real, de una peque–a noticia del peri—dico. Escenifica, en prosa y en verso, la cr—nica llena de presagios de una pasi—n, de la lucha por una mujer que lleva hasta la muerte a los dos rivales.
