Por el hecho azaroso de nacer unos minutos antes que Ad‡n, siete minutos para ser exactos, su gemelo, Alberto Urquidi Jr., fue siempre considerado el mayor de los dos. Y no s—lo eso, sino el hermano m‡s inteligente, sensato, desenvuelto, maduro y tenaz. Para decirlo sin rodeos: todo lo que Malu, su madre, siempre quiso ser y reflej— en una descarada predilecci—n por el primogŽnito