El segundo a–o en el internado Clearwater promete ser emocionante. Los metam—rficos dedicar‡n el a–o a trabajar en la convivencia con los humanos. Pero las tareas pr‡cticas que parecen, en principio, f‡ciles de resolver, dan lugar a una serie de acontecimientos imprevisibles. Carag, desbordado, empieza a acercarse m‡s de la cuenta a sus rivales: los lobos.