Maus nos cuenta la historia de Vladek Spiegelman, un judío superviviente del Holocausto, y de su hijo, un historietista que intenta reconciliarse con su padre, con la terrible historia de este y con la mismísima Historia. La forma de este relato, un cómic (donde los nazis son gatos y los judíos, ratones), logra desposeernos de cualquier atisbo de cercanía que podamos tener con los hechos que aquí se refieren, y lo consigue precisamente porque se acerca a lo inefable empleando formas diminutivas. Como ha señalado el New York Times Book Review, este libro es «un formidable hito, que aporta el detalle de un documental y la viveza de una novela... un suceso literario de primer orden».
A medio camino entre Polonia y Rego Park, en Nueva York, Maus detalla dos historias poderosas: la primera es el relato de cómo el padre de Spiegelman y su esposa sobrevivieron a la Europa de Hitler, una narración espeluznante llena de incontables encontronazos con la muerte, de escapatorias improbables y de sentimiento de terror ante la posibilidad del arresto y la traición; la segunda trata de la relación tortuosa que el autor mantiene con su padre en la vejez, en un intento de llevarse bien conel y que, sin embargo, está trufado de pequeñas discusiones y visitas intermitentes, mientras al fondo acecha un legado histórico tan gigantesco que impide ningun tipo de sosiego. A todos los niveles, este es el relato definitivo de un superviviente... y también el de los hijos que, de algun modo, tienen que sobrevivir a los supervivientes.