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Königswasser se rige siempre por un código muy sencillo: ¿qué haría Marie
Curie? Si la NASA le ofreciera liderar un proyecto de neuroingeniería, un sueño
hecho realidad después de pasarse años malviviendo con las migajas del mundo
académico, Marie aceptaría sin dudarlo. Obvio. Pero la madre de la física
moderna nunca tuvo que codirigir ningun proyecto con Levi Ward.