Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atenci—n y salir de Estocolmo. Trata de seguir una fŽrrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por quŽ ha desaparecido de su vida sin dar ningun tipo de explicaci—n. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matem‡ticas y con ciertos placeres en una playa del Caribe.