El coraz—n de Nicholas Flamel se rompi— en mil pedazos cuando vio c—mo su querida Par’s quedaba reducida a cenizas delante de sus propios ojos. Dee y Maquiavelo son los culpables de este desastre, pero Flamel tambiŽn tuvo parte de culpa, porque al tener que proteger a Sophie y Josh Newman (los gemelos de la profec’a) y a los manuscritos de los Sabios oscuros, no pudo centrarse en evitar la ca’da de la ciudad.
La situaci—n no pod’a estar peor: Nicholas se debilita d’a a d’a y Perenelle, su mujer, sigue atrapada en Alcatraz. La unica oportunidad que tienen es encontrar un tutor que ense–e los rudimentos m‡gicos necesarios a Sophie y Josh.