Cada vez que una pareja decide compartir su vida, dejan de ser dos para convertirse en una nueva entidad como ninguna otra en el mundo. Apreciar y desear esa nueva dimensi—n es lo que nos permite adaptarnos, por dif’cil que parezca. Cuando decidimos amar a alguien, autom‡ticamente ocurre una transformaci—nintima que provoca hacer a un lado nuestra individualidad para comenzar a pensar en funci—n de la pareja y de la familia que iniciamos. ÁQue emocionante!