En las tierras de Sempera, los ricos controlan todo... incluso el tiempo. Desde laepoca legendaria de la alquimia y la hechicer’a, las horas, los d’as y los a–os se extrajeron de la sangre, se combinaron con el hierro y se conservaron en monedas. Ahora, arist—cratas como la familia Gerling florecen durante siglos, mientras el pueblo vive sus escasos a–os con amargo resentimiento. Y nadie est‡ m‡s resentida con los Gerling que Jules Ember. Su padre y ella trabajaron hace mucho tiempo en Everless, el palacio de los Gerling... hasta que un funesto accidente los desterr— de all’.