Una noche aparece un cad‡ver en un observatorio de las colinas de Hollywood. Aparentemente, se trata de un asesinato comun, por lo que el detective de polic’a Harry Bosch se hace cargo del caso. No obstante, pronto se descubrir‡ que la v’ctima, Stanley Kent, trabajaba en el sector cl’nico y que ten’a acceso a sustancias radiactivas. Esto convierte un simple homicidio en un asunto de terrorismo.
El FBI toma las riendas y empieza una carrera contrarreloj para encontrar a los culpables, pues saben que tienen sustancias peligrosas en su poder y pueden hacer uso de ellas -y provocar una masacre- en cualquier momento.