la mayor’a de los vuelos llegan a tiempo y Clayton Riddell, un artista de Maine, casi salta de alegr’a por Boylston Street, en Boston. Acaba de firmar un contrato para ilustrar un c—mic que le permitir‡ mantener a su familia con su arte en vez de tener que dar clases. Ya ha comprado un regalo a su sufrida mujer y tiene claro lo que va a regalar a su hijo Johnny. ÀPor quŽ no tambiŽn algo para s’ mismo? Clay presiente que las cosas van a ir mejor, pero bruscamente se trastorna todo: se produce una devastaci—n masiva, causada por un fen—meno que m‡s adelante llamar‡n El Pulso, que se reproduce a travŽs del telŽfono m—vil.