Jace es ahora un sirviente del mal, vinculado a Sebastian por toda la eternidad. Solo un peque–o grupo de cazadores de sombras cree posible su salvaci—n. Para conseguirlo, deben desafiar al C—nclave, y actuar sin Clary, porque ella est‡ jugando a un juego muy peligroso por su propia cuenta y riesgo. Si pierde, el precio que deber‡ pagar no consiste tan solo en entregar su vida, sino tambiŽn el alma de Jace.