Al leer Can‡. Caballo de Troya 9, el lector llega a una conclusi—n: todo lo contado sobre Jesus de Nazaret conviene ponerlo en duda.
La verdad, probablemente, fue m‡s intensa e inquietante. Si usted acierta a leer la primera l’nea de Can‡ no ser‡ por casualidad.
Y atenci—n: sus principios se tambalear‡n.Ê