Nos guste o no, en el mundo moderno la libertad es nuestra condici—n b‡sica; y mientras no aprendamos a vivir con esa libertad, mientras no aprendamos a vivir por y con nosotros mismos, nos estaremos vetando la posibilidad de encontrar el amor y la felicidad junto a otra persona.
En este mundo post moderno y post ideol—gico en el que nos ha tocado en suerte vivir, un mundo en el que todas las moralidades han quedado claramente desfasadas, tenemos una oportunidad de oro para redefinir y revitalizar los cimientos de nuestras vidas. Podemos comenzar de nuevo -literalmente- con nosotros mismos, con nuestras relaciones y con lo que definimos como realizaci—n,exito y plenitud para el individuo y para la sociedad.