Un maestro en el gŽnero: este volumen indispensable incluye sus relatos publicados y algunos inŽditos. ÇEl hecho que m‡s me ha parecido premonitorio de la muerte ha sido darme cuenta de que una persona que me gustaba me aburre profunda, infinitamente.È Muy pocos autores llegan a dominar el gŽnero del relato, cercano a la poes’a por su brevedad e impacto y del que Cort‡zar, Bioy Casares o Borges son los grandes maestros en lengua espa–ola: Rodrigo Rey Rosa est‡ a la altura de esos cl‡sicos. Perturbadores, sensuales, angustiantes y llenos de suspense, dejan al lector absorto despuŽs de leerlos, como si despertara de un sue–o o de un golpe. La lectura de cada uno de estos cuentos, pertenecientes a seis libros distintos, hasta los œltimos, inŽditos y de escritura muy reciente, es una experiencia singular, cercana a un viaje inesperado. El recorrido traza tambiŽn un retrato literario de la evoluci—n de un autor œnico. La cr’tica ha dicho...ÇLa prosa de Rey Rosa es met—dica y sabia. No desde–a, en algunos momentos, el l‡tigo -o mejor dicho: el chasquido lejano de un l‡tigo que jam‡s vemos- ni el camuflaje. No es un maestro de la resistencia sino una sombra, una raya que atraviesa veloz el espacio de la normalidad. Su elegancia nunca va en demŽrito de su precisi—n. Leerlo es aprender a escribir y tambiŽn es una invitaci—n al puro placer de dejarse arrastrar por historias siniestras o fant‡sticas.ÈRoberto Bola–o, Entre parŽntesis ÇUna literatura de los sentidos y del conocimiento esencial. Sensual y moral. Leer para disfrutar casi irracionalmente.ÈErnesto Ayala-Dip, El Correo Espa–ol ÇQuiz‡ Rey Rosa hace con su propio pa’s lo que su maestro Paul Bowles con Marruecos: verlo desde una distancia breve pero infranqueable, donde la m‡xima econom’a de estilo acrecienta la fuerza de las ambigŸedades.ÈEdgardo Dobry, El Pa’s ÇEse estilo que identificamos con los cl‡sicos, donde las palabras son tan esenciales como la tensi—n narrativa que crean. A–‡dase asimismo una forma muy peculiar de humor, este buen humor de quien escribe consciente de que una buena historia se apoya siempre en esta zona donde la invenci—n no niega la realidad pero s’ la supera.ÈJ. A. Masoliver R—denas, La Vanguardia ÇUna obra extraordinariamente contenida, parca, intrigante. Una literatura a salvo de gestos inœtiles, donde la belleza parece nacer de esa curiosa inclinaci—n por el silencio.ÈRapha‘lle RŽrolle, Le Monde ÇUna escritura despojada hasta el m‡ximo, en la que ninguna palabra sobra, y sin embargo envolvente y sensual hasta rozar lo obsesivo, casi como un sue–o vivido.ÈPere Gimferrer ÇIncita al misterio y al final de la lectura creemos haber cerrado en falso una herida.ÈArturo Garc’a Ramos, ABC (Cultural) ÇUna propuesta editorial que consolida una obra severa, de impecable ejecuci—n, y as’ agrupada es una felicitaci—n para sus adeptos.ÈFrancisco Solano, Babelia
